Día 124 –
Lunes 29 de julio
A la tarde
partí rumbo a Tucacas donde tomé un micro toda la noche hasta Mérida.
Día 125 –
Martes 30 de julio
Llegué bien
temprano a Mérida y hablé con Joe quien me estaba esperando. Me contó que él
estaba parando en la casa de un amigo pero que no había problema en que yo me
quede allí.
Fui hasta
Campo Claro y ahí conocí a Joe, a Alejandro, a Harold, y a Carlos (el dueño de
casa).
Almorzamos
unas pizzas al microondas y pasamos la tarde charlando.
Día 126 –
Miércoles 31 de julio
Fui al Museo
de Ciencia y Tecnología. Está muy bien ubicado (a orillas de una laguna) y
pensado, pero bastante descuidado y con información no siempre acertada.
A la tarde
recorrí varias agencias de turismo y contraté una excursión al Catatumbo.
Día 127 –
Jueves 1 de agosto
Bien
temprano me pasaron a buscar por Campo Claro. En la camioneta iban: el chofer,
la guía y su hija Susan de 8 años, y una pareja italiana que hacían la excursión
también.
Como la guía
hablaba en inglés para los italianos, Susan se convirtió en mi guía personal.
En el camino
paramos en un mirador para ver la ciudad.
Vimos una
cascada llamada “El Velo de la Novia”.
Recorrimos
un pueblito llamado Jají en el medio de la montaña.
Y paramos a
almorzar en un restaurant.
Llegamos a
un río y conocimos a Oscar.
Navegamos en
su barco mientras mirábamos aves de todo tipo y algún que otro mono.
Llegamos al
lago Maracaibo y fuimos al palafito (casa sobre el lago) de Oscar.
Pasamos el
resto de la tarde nadando y tocando el ukelele.
A la noche
comimos unos churrasquitos a la parrilla.
Después de
comer salimos en el bote a buscar un yacaré. Solo encontramos uno muy chiquito
que se nos escapó justo.
Cuando
volvimos al palafito ya estaba comenzando el relámpago del Catatumbo.
Es un
fenómeno que se da en esta zona donde casi todas la noches hay relámpagos. Lo
curioso es que no se escuchan truenos, ni llueve.
Nos quedamos
hasta muy tarde viendo el fenómeno que duró toda la noche.
Día 128 –
Viernes 2 de agosto
Después de
desayunar emprendimos la vuelta.
Esta vez
volvimos por otro camino (el Vigía) donde hicimos una parada para ver la
producción de panela a partir de la caña de azúcar.
A la tarde
fuimos para el Páramo, un camino de montaña con más de 900 curvas. Pasamos por
varios pueblitos, una laguna, una iglesia hecha solamente de piedras (sin usar
cemento), vimos al último cóndor venezolano (tristemente lo tienen enjaulado) y
llegamos al pico el Águila a 4200 msnm.
Llegamos ya
de noche a Mérida.
Día 129 –
Sábado 3 de agosto
A la mañana
armé el bolso y estaba a punto de salir cuando algo me dijo que tenía que
quedarme. Y así lo hice, le dije a Joe que me quedaría hasta el lunes.
A la tarde
fui a la heladería Coromoto que ostenta el récord de mayor cantidad de gustos
de helados (más de 600). Yo creo que también debe tener el récord de mayor
cantidad de tiempo de decisión a la hora de elegir el gusto y el récord de
mayor cantidad de veces formulada la pregunta: “¿y este gusto que trae?”.
Pedí helado
de queso, de tomate, de carne y uno con gusto a Power Ranger. (Entre otros
había: cebolla, ajo, todas las frutas q te imagines, sabor a Italia y otros
países, arroz con pollo, ensalada mixta, etc).
A la noche
conocí a Jananyely (una amiga de Carlos que estudia Educación Inicial), nos
quedamos charlando y tocando canciones hasta el amanecer.
Día 130 –
Domingo 4 de agosto
Pase la
tarde jugando al Skyrim y a la noche fuimos a jugar al Freesby (o como se
escriba).
Día 131 –
Lunes 5 de agosto
Nuevamente
decidí quedarme unos días más en esta ciudad que te atrapa.
Fuimos con
Jana a un río donde charlamos bastante y toqué el ukelele mientras ella
dibujaba.
A la noche
cociné unas papas a la crema.
Día 132 –
Martes 6 de agosto
Finalmente
pude irme de Mérida, no sin antes aceptar una invitación a almorzar y
llevándome muy buenos recuerdos y de yapa un cuatro venezolano que me regaló
Carlos.
Partí rumbo
a San Cristóbal donde llegué ya de noche y dormí en un hotel.
Día 133 –
Miércoles 7 de agosto
A la mañana
partí rumbo a la frontera que pasé sin inconvenientes luego de pagar una tasa
de salida.
Me voy de
Venezuela con la promesa de volver.
Ya en
tierras colombianas tomé una chiba hasta la terminal de Cúcuta y de ahí un
ómnibus hasta Santa Marta.
Volvieron
los ómnibus con películas, algo que ya extrañaba.
Día 135 –
Jueves 8 de agosto
Bien
temprano llegué a Santa Marta y fui para Pozos Colorados, al hostel Playa del
Ritmo. Donde hace un mes está trabajando Pablo “el Zurdo” Fernández.
A la noche
fuimos al aeropuerto a buscar a Cachi quien debería haber llegado a la mañana
pero se le retrasó el vuelo.
Día 136 –
Viernes 9 de agosto
Fuimos a
Rodadero y conocimos el hostel Casa del Ritmo que es de los mismos dueños.
Día 137 –
Sábado 10 de agosto
A la mañana
llegó la mamá de Cachi con una amiga.
Pasamos el
día en la playa.
Día 138 –
Domingo 11 de agosto
Inventamos
el Cuatrisurf, un nuevo deporte acuático. Junto a los australianos Mick,
Nathan, Leah y Nikki.
Día 139 –
Lunes 12 de agosto
Cachi
alquiló un auto y fuimos a recorrer Santa Marta y Rodadero.
Día 140 –
Martes 13 de agosto
Día de playa
tranqui.
Día 141 –
Miércoles 14 de agosto
Fuimos a
Taganga y pasamos el día en Playa Grande.
Día 142 –
Jueves 15 de agosto
Fuimos a
pasar el día a Bahía Conchas.
Día 143 –
Viernes 16 de agosto
Día de beach
volley en Playa del Ritmo.
Día 144 –
Sábado 17 de agosto
Caminamos
hasta la punta del Cabo Tortuga con Cachi y Laura (de Perú).
A la tarde
hicimos unas compras en Rodadero.
A la noche
estuvimos haciendo canciones y jugando a las cartas con Laura y Andrés (de
Perú) y Alma (de España).
Día 145 –
Domingo 18 de agosto
A modo de
despedida de Cachi hicimos un asado.
A la noche
cené con José Alberto y Sara de España (a quienes había conocido en el barco
por el Amazonas).
Día 146 –
Lunes 19 de Agosto
Bien
temprano salí para el Parque Tayrona.
Después de 3
buses y una caminata de 1h30 llegué al Cabo San Juan.
Me acomodé
en la hamaca y fui para la playa.
Allí me
encontré con Laura, Andrés y Alma.
A la tarde
ellos emprendieron la vuelta y yo me quedé tocando el ukelele en la playa.
Día 147 –
Martes 20 de agosto
A la mañana
fui a la playa nudista. Que es mucho más grande, con olas y bien tranquila.
A la tarde
fui a la “Piscina” que es una playa en una bahía cerrada por rocas que hace que
sea de aguas muy tranquilas.
Día 148 –
Miércoles 21 de agosto
Salí
temprano, caminé hasta la ruta y fui para Palomino.
Cuando
llegué allá busqué la finca “Escondida” y me acomodé ahí. Nadé en un mar muy
picado.
A la tarde
hice una excursión que consiste en subir la montaña unos 15 minutos en moto y
30 caminando y bajar por el río Palomino sentado en un gomón inflable durante
unas 2 horas hasta llegar al mar.
No pude
llegar al mar porque el río estaba muy bajo y unos 10 minutos antes de la
desembocadura ya empezamos a tocar el fondo.
A la noche
cené una ensalada de camarones y presencié una increíble tormenta eléctrica.
Los
relámpagos caían a unos 100 metros de la costa y se escuchaban como latigazos.
Encima cada vez que caía uno se cortaba la luz.
Día 149 –
Jueves 22 de agosto
A la mañana
volví para Playa del Ritmo.
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